martes, 5 de noviembre de 2013

SEGUNDO DÍA









1 comentario:

  1. Enviado por el profesor Julio Núñez a la dirección del centro:

    Muy de mañana nos hemos despertado con una música de alto voltaje para
    darnos los buenos días. Y tras un bullicioso desayuno hemos iniciado
    el ascenso que la llaman la del Castro, al parecer porque allí hubo en
    la Edad del Hierro un castro celta. Pero antes de adentrarnos en el
    bosque, hemos contemplado algunos ejemplos de la arquitectura popular
    de la zona, en la que entre otros materiales se usan además de madera
    de castaño, rocas metamórficas (Gneis, que aquí denominan "ollo de
    sapo", por una cierta coloración azulada)- Pasado el pueblo, enseguida
    nos hemos adentrado en el bosque donde hemos conocido diferentes tipos
    de árboles: castaños, robles, pinos y arbustos, a los que llaman tojos
    (éstos pinchan mucho) y brezos. Tras la caminata por fin hemos llegado
    a la peña del Castro. Allí nos han explicado la formación de las
    montañas y lo que es una penillanura (desde lo alto, se observaba muy
    bien), también veíamos el pantano y el pueblo, al fondo. De bajada,
    nos han hecho parar en una especie de cueva natural, que nos han dicho
    que era un anticlinal (cosa que no habíamos visto), Como hacía frío y
    era la hora de comer hemos bajado más rápidamente-
    Después de comer y descansar,hemos realizado un ejercicio de
    orientación con brújula. Hemos sido divididos en pequeños grupos y
    tras unas breves explicaciones, nos han propporcionado una brújula y
    nos han mandado encontrar una serie de pistas, algunas muy difíciles
    de encontrar. Al final, la actividad consistía en componer una frase
    con todas las pistas encontradas, además de recorrer diferentes zonas
    de variada vegetación.
    Un segundo taller por la tarde consistió en una webquest sobre el lobo
    ibérico, puesto que en la sierra de la Culebra habita la,
    posiblemente, mayor población de lobo ibérico, que mantiene a raya a
    ciervos y corzos, muy abundantes en la zona.
    Después de cenar iniciamos un paseo nocturno por un robledadl cercano,
    aunque antes de adentrarnos en el bosque contemplamos las estrellas de
    esta maravilla celeste. Luego, a luz de un farol, nos han contado
    diferentes historias, algunas de miedo y otras nos han hecho
    reflexionar sobre la naturaleza.

    Cristian Hernández y Rocío Martínez.

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